21.3.09

El curioso caso de Benjamin Button

Es la más reciente pelicula de David Fincher, a quien conocemos por su trabajo en Seven, Alien 3, Zodiac o El club de la lucha.

En esta película Fincher con guión de Eric Roth, se nota un cierto "tufillo" a Forrest Gump.

La película tiene un gran reparto encabezado por Brad Pitt y Cate Blanchett, digno de una gran producción hollywoodense que pretendía arrasar con los Academy Awards (los Oscars).

La historia cuenta la vida de un hombre que nace por extrañas e inigualables circunstancias con las características de un anciano de ochenta años y conforme va creciendo, es decir, cumpliendo años, se va haciendo más joven. En lugar de envejecer, rejuvenece.

Como cualquier otro ser humano, este hombre tiene que vivir, descubrir y conocer cosas como son el amor, el placer, la decepción y la muerte, aunque el verdadero acento de la historia está en el gran amor destinado a la vida.

El film es precioso, pero triste, sus protagonistas son el tiempo, representados en Benjamín Button y su forma de ver la vida y el paso del mismo. Es como si él fuera un espectador de su propio entorno, como si pudiera vivir y al mismo tiempo salir de su cuerpo para observar sus acciones en tiempo real y el contexto en el que están sucediendo.

El protagonista nace el día que termina la primera guerra mundial, crece al cuidado de una mujer afroamericana (socialmente complicado en aquella época) , lucha en Pearl Harbor y baila al ritmo de los Beatles, pero al ir biológicamente en sentido contrario tiene que ir adaptándose, nunca vive conforme a su edad.

Benjamin aprende a vivir y disfrutar cada momento, para él cada día es ganancia ya que cuando nace es condenado por un médico a la prontitud de la muerte. Su niñez transcurre en un asilo en el que sufre numerosas pérdidas y reconoce que nada es para siempre.

Sin duda esta historia es fácil de acoger porque habla de los temas que dan sentido y que se mantienen constantes toda la vida: el amor, la separación y la muerte. Al terminar es inevitable soltar alguna lagrimita.

A lo largo de nuestra existencia vivimos un sinfín de cambios y experiencias, momentos de extrema felicidad y otros de suma tristeza, vemos gente llegar y gente irse, algunos dejan huellas profundas y otros pasan inadvertidos, pero todo se resume en los momentos. Hablar de la eternidad, del siempre y del para siempre pierde sentido si se piensa que nuestra propia existencia y trascendencia como un ser vivo se encuentra delimitada, lo único que tenemos es el registro de nuestras vivencias que se encuentra albergado en la memoria que le da sentido a nuestra vida, pero de los que no podemos aferrarnos, es decir, no se trata de claudicar, sino de seguir para descubrir y sentir, o en palabras del protagonista de este film “La vida sólo tiene sentido yendo hacia atrás, pero hay que vivirla hacia adelante” .

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