Una historia gatuna

Bueno, nuevamente tras un largo periodo sin actualizar (es que, con estas fiestas ando más liada que liada...)paso un rato pasa saludar, que ya veo que en mi blog escribe hasta mi perrita, para contaros algo que me sucedió el otro día y que bien podría pasar a ser la anécdota del mes, a falta de que me suceda algo mejor.

Volvíamos a casa mi chico y yo tras una larga y maratoniana jornada laboral, a eso casi de las 12 de la noche, cuando en el portal nos encontramos un lindo y precioso cachorro de gato, muy parecido al que aparece en la fotografía que ilustra la anécdota...

El pobre no hacía más que maullar, ronronear, y tiritar de frío, ni que decir tiene que al verlo en ese estado, se me encogió el corazón, y a pesar de que mi chico intentó por todos los medios posibles que el gato se fuera, este parecía más listo que él y acabó quedandose con nosotros.

Como bien sabéis nosotros ya tenemos gato, asi que no podíamos subirlo a casa, ya sabreis muchos que los gatos, son animales muy territoriales, y que si juntas 2 gatos en un mismo sitio se puede "liar parda".

Asi que decidí que ese gato tan lindo no podía quedarse sin amos, y menos con el frío que estaba cayendo (en Ciempozuelos aunque lo habitual es que haga 2 grados menos que en Madrid, siempre, por la noche suelen ser 3 o 4 menos que en la Capital), asi que cargamos con el gato, primero hasta la polícia Local, por si alguien había puesto un aviso de gato extraviado o algo asi, y despues de alli fuimos hasta la guardia civil, por cierto el Guardia que nos atendió estaba buenisimo.

Lo único que nos dijo era que ellos no recogían animales y que hablaramos con la policía local o con el ayuntamiento (a las 12 de la noche, el ayuntamiento como que no), asi que al final, lo dejamos en la caseta de la policía local, tras hablar con ellos por Teléfono...

La verdad es que me dió mucha pena dejarle ahí, pero espero, y deseo, que a estas horas el gatito esté en alguna casa, disfrutando del calorcito el cariño y comprensión de unos buenos amos.