6.12.09

Bueno, pasó el cumple de mi niño, y con él llegó la ilusión de su vida y mi perdición, y la suya, un Scalextric, algo que él siempre ha querido tener desde niño. Ayer por fin pudimos cumplir y montarlo, teníais que ver a todos, tíos y tías hechas y derechas montándonos las piezas como buenamente podíamos. A mi sinceramente me parece un "juguete" de lo más imbécil, un circuito donde los coches dan vueltas una y otra vez... Sin embargo mi marido volvió a ser pequeño, y sentado en el suelo se reía una y otra vez a cada golpe, carrera o adelantamiento que sucedía.

En Verano llegará el mundial y tendré otro disgusto, de momento le tengo enchufado a este juguete.

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